No esperes al 1 de Enero, el mejor momento para empezar es ahora

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A menudo nos encontramos soñando despiertos con todas las cosas que deseamos alcanzar. Nos encantan las listas y planificar el futuro, especialmente en nuestra mente. Nos hemos imaginado a nosotros mismos en múltiples situaciones, el famoso «y si» que tan bien retrata el personaje de ansiedad en la película de Inside Out 2. «Y si empiezo empiezo a ir al gimnasio», «y si perfecciono mi inglés», «y si me cambio de trabajo»… pero… ¿Qué nos dice la ciencia sobre planificar nuestras tareas a medio o largo plazo?

Te propongo un ejercicio.

  1. Coge un papel, escribe algo que quieras empezar hacer con lo que te quieras comprometer y descríbelo.
  2. Planifícalo, ponle una fecha de comienzo, dentro de dos semanas, un mes o el 1 de Enero ya que andamos con los propósitos de Navidad.
  3. Luego coges ese papel, lo arrugas y lo tiras a la papelera. ¿Por qué?

Lo que acabas de hacer tiene poca probabilidad de éxito. Lo que nos dicen los estudios es que los los cambios que queremos lograr que se planifican con tiempo, no se acaban ejecutando. Es mucho más efectivo empezar ahora, con algo pequeño, pero hacerlo ya, lo importante es EMPEZAR. Piensa en el famosos eslogan de JUST DO IT de una famosa marca de deportiva ¿Cuántas veces has tenido parálisis por análisis y o te has visto incapaz de empezar después de días, meses o incluso años? Haz algo pequeño y hazlo hoy.

Veamos qué nos dice la ciencia sobre todo esto.

Parálisis por análisis

Nos sucede cuando intentamos planificar tanto una cosa, cuando tendemos a que esa cosa sea perfecta, que se genera sobrecarga cognitiva. Al planificar la tarea en pequeños pasos y empezar hoy, reducimos dicha sobrecarga y hay más probabilidades de pasar a la acción.

Procrastinar

La procrastinación es como aquella frase que nos repetían nuestros padres “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Nos ocurre a todos aunque no en la misma proporción, por lo que no todos somos “procrastinadores”. Cuando evitamos una tarea o un hábito porque nos parece compleja, aburrida o porque tenemos miedo al fracaso, la postergamos.

Además nos genera malestar subjetivo. A nivel cognitivo la persona genera sesgos para elevar su nivel de autoestima y sentirse valorada por los demás. A nivel conductual implica tareas que no tienen que ver con el cumplimiento de la que queremos lograr, distractoras o de auto-sabotaje. Y a nivel emocional, tendemos a tener sentimientos de infravaloración, ansiedad, genera pasividad, poca motivación, la amígdala jueva un papel clave en estas respuesta emocionales.

En términos de personalidad, la procrastinación suele estar ligadas a personas indecisas en sus relaciones interpersonales, personas que cuestionan constantemente las opiniones de los demás y las de uno mismo las maneras de hacer las cosas.

Efecto Zeigarnik

El Efecto Zeigarnik, identificado por la psicóloga Bluma Zeigarnik en 1927, indica que las personas recuerdan mejor las tareas inacabadas o interrumpidas que las completadas. Este fenómeno sugiere que iniciar una tarea, aunque sea parcialmente, puede aumentar la probabilidad de finalizarla, ya que la mente mantiene una tensión psicológica hasta su conclusión.

Este fenómeno se observó por primera vez en los camareros, lo que llevó a Zeigarnik a formular su teoría después de notar cómo los camareros parecían recordar con facilidad los pedidos pendientes, pero olvidaban rápidamente los detalles una vez que el pedido había sido servido y pagado.

Aunque el efecto es interesante y se ha estudiado ampliamente, lo cierto es que la evidencia científica es confusa, los resultados no siempre han sido consistentes. Algunos estudios replican el efecto en ciertas condiciones, mientras que otros sugieren que la memoria para tareas incompletas puede no ser tan robusta como Zeigarnik inicialmente reportó.

Teoría de la disonancia cognitiva

La teoría de la disonancia cognitiva, desarrollada por Leon Festinger, sugiere que las personas se esfuerzan por mantener coherencia entre sus creencias y comportamientos. Cuando se posterga una tarea, se crea una disonancia porque el comportamiento (procrastinar) contradice la creencia de que es mejor completar las tareas oportunamente. Para reducir esta disonancia, y restaurar la consistencia cognitiva, uno puede sentirse motivado a actuar de inmediato. Al hacerlo, se alinean las acciones con las creencias personales sobre la productividad y la eficacia, reduciendo el malestar psicológico y fomentando un enfoque más proactivo.

GTD o Getting Things Done

El método «Getting Things Done» (GTD), desarrollado por David Allen, está diseñado para mejorar la organización y eficiencia personal al evitar la procrastinación. Este sistema ayuda a alinear las acciones con las creencias personales sobre la productividad, aplicando un enfoque estructurado que insta a manejar las tareas de manera inmediata. Al definir claramente la «próxima acción» para cada tarea y procesar rápidamente los ítems entrantes, GTD reduce la disonancia cognitiva entre saber que se deberían completar las tareas y el acto de postergarlas. Esto fomenta un ciclo de comportamiento activo y coherente, minimizando el estrés y maximizando la eficacia en la gestión del tiempo.

Para terminar

La vida está llena de inicios esperados que a menudo posponemos para un «mejor momento». Sin embargo, la espera puede convertirse en una barrera invisible que nos separa de nuestros objetivos y sueños. No permitas que el calendario dicte cuándo es el momento adecuado para comenzar algo nuevo. La oportunidad perfecta es ahora, en este instante, porque cada minuto que pasa es otro en el que podrías estar avanzando hacia tus metas.

Si estás pensando en hacer algo nuevo, como aprender un idioma, mejorar tus habilidades profesionales o simplemente dedicar más tiempo a tu bienestar, empieza hoy. No subestimes el poder de una pequeña acción; incluso el menor de los pasos puede desencadenar una serie de eventos que transforman completamente tu vida. Una pequeña acción puede no solo cambiar tu día, sino potencialmente tu futuro.

¿Y si fallas? Habrás ganado valiosa experiencia y conocimiento sobre lo que no funciona, acercándote un paso más al éxito. El fracaso es simplemente la oportunidad de comenzar de nuevo de manera más inteligente. Recuerda que cada día ofrece una nueva oportunidad para ser mejor que ayer.

Así que, ¿por qué esperar a que llegue un nuevo año o un nuevo mes? La decisión de empezar no debería depender de una fecha en el calendario, sino de tu compromiso personal para mejorar tu vida. El acto de posponer puede ser cómodo en el corto plazo, pero es en el compromiso con nuestras metas donde encontramos verdadero crecimiento y satisfacción.

Atrévete a dar el primer paso ahora. Una pequeña acción hoy puede marcar la diferencia entre comenzar a generar un hábito o nunca hacerlo. Transforma la intención en acción, y deja que cada pequeño éxito inspire el próximo. Tu futuro yo te lo agradecerá.

Referencias

Díaz-Morales, J. (2019). Procrastinación: Una revisión de su medida y sus correlatos. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación-e Avaliação Psicológica2(51).

Ferrari, J. R. (2010). Still procrastinating: The no regrets guide to getting it done. Turner Publishing Company.

Sirois, F., & Pychyl, T. (2013). Procrastination and the priority of short‐term mood regulation: Consequences for future self. Social and personality psychology compass7(2), 115-127.

Zeigarnik, B. (1927). Über das Behalten von erledigten und unerledigten Handlungen. Psychol. Forsch9, 1.

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