
Tipos de Terapias
En el mundo de la psicología, las terapias se han diversificado para abordar de manera específica una amplia gama de problemas emocionales y psicológicos. Comprender las particularidades de cada una puede ayudarte a decidir cuál es la mejor opción para ti.
Hay personas que encuentran sentido en profundizar aspectos de su pasado, otras que quieren una terapia más dirigida en el aquí en el ahora y otras que prefieren terapias más pragmáticas y rápidas, basadas en la evidencia científica.
Según Wampold existen más de 500 enfoques terapéuticos diferentes que se podrían reducir si los agrupamos en corrientes y orientaciones. No obstante no es objetivo de este artículo hacer un listado exhaustivo de los mismos, sino mostrar las principales y reconocidas corrientes, así como las que han demostrado mayor utilidad. Con este enfoque exploraremos las siguientes terapias:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
- Terapia Humanista
- Gestalt
- Terapia Familiar y Sistémica
- Psicoanálisis
- Terapia Constructivista
Al final del artículo exploraremos cómo escoger la mejor terapia para ti
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una modalidad de intervención psicológica ampliamente reconocida y respaldada por la evidencia científica. Se trata de una terapia estructurada y de corta duración que combina principios de la psicología conductual y cognitiva. Su objetivo es modificar patrones de pensamiento y comportamiento desadaptativos, promoviendo un cambio en las respuestas emocionales y conductuales de la persona.
¿En qué consiste la TCC?
La TCC se centra en tres niveles fundamentales:
- Conductual: Modifica los comportamientos desadaptativos que la persona ha aprendido a lo largo del tiempo. Las técnicas más comunes incluyen la exposición, desensibilización sistemática y modificación de conductas a través de refuerzos positivos y negativos.
- Cognitivo: Se enfoca en identificar y transformar pensamientos disfuncionales o distorsionados (creencias irracionales o pensamientos automáticos negativos). La reestructuración cognitiva es clave, permitiendo a la persona cuestionar y modificar estos pensamientos hacia otros más realistas y constructivos.
- Emocional: La TCC ayuda a la persona a regular sus emociones y a enfrentarse a las negativas de forma más adaptativa, promoviendo una mayor estabilidad emocional.
Evolución de la TCC
Primera Generación: Terapia Conductual
La primera generación de la TCC, que apareció en los años 50, se centraba exclusivamente en el comportamiento observable. La idea principal era que todo comportamiento, tanto adaptativo como desadaptativo, se aprende a través de la interacción con el ambiente y, por lo tanto, puede ser modificado.
Técnicas principales:
- Condicionamiento clásico: Se basa en la asociación de estímulos, como en los famosos experimentos de Pavlov con perros.
- Validez actual: Se sigue usando para tratar fobias y trastornos de ansiedad al romper asociaciones negativas.
- Ejemplo: Una persona con miedo a los perros se expone gradualmente a ellos, primero viendo fotos y luego acercándose a un perro real, hasta que su miedo desaparece.
- Condicionamiento operante: Aquí se trabaja con recompensas y castigos.
- Validez actual: Es muy eficaz en el tratamiento de problemas de comportamiento, especialmente en niños.
- Ejemplo: Un niño en clase tiene problemas de conducta. Se utiliza un sistema de economía de fichas. Cada vez que sigue las reglas, como quedarse en su asiento o levantar la mano, recibe una ficha. Cuando acumula suficientes fichas, puede cambiarlas por un premio, como más tiempo de recreo. Esto refuerza su buen comportamiento.
- Condicionamiento modelado: Aprender comportamientos observando e imitando a otros.
- Validez actual: Esta técnica sigue siendo muy útil para tratar fobias infantiles y en el entrenamiento de habilidades sociales, ya que el modelado ayuda a que los pacientes aprendan comportamientos adecuados observando a otras personas.
- Ejemplo: Un niño que tiene miedo de nadar observa a otros niños disfrutando en la piscina. A través del modelado, el niño aprende que nadar no es peligroso y empieza a imitar el comportamiento de los demás, sintiéndose más seguro al intentarlo por sí mismo.
Algunas técnicas de esta generación:
- Técnicas de respiración
- Técnicas de relajación
- Desensibilización sistemática
- Técnicas operantes para instaurar conductas
- Técnicas basadas en organización de contingencias
- Contrato conductual
Segunda Generación: Terapia Cognitiva
En los años 60 y 70, los psicólogos se dieron cuenta de que no solo el comportamiento era importante, sino que los pensamientos también juegan un papel crucial en cómo nos sentimos y actuamos. Esta es la segunda generación de la TCC, que incorpora el componente cognitivo.
Técnicas y Terapias principales
- Técnicas de Reestructuración Cognitiva: Estas técnicas se enfocan en identificar y cambiar cogniciones distorsionadas, creencias irracionales o pensamientos negativos que causan malestar emocional.
- Terapia Racional Emotiva de Ellis (1962): Albert Ellis desarrolló esta terapia centrada en cambiar creencias irracionales que llevan a emociones negativas.
- Terapia Cognitiva de Beck (1979): Aaron Beck se enfocó en identificar pensamientos automáticos (distorsiones cognitivas) negativos y modificar estos patrones de pensamiento.
- Terapia Centrada en Esquemas de Young (2003): Jeffrey Young desarrolló esta técnica que se centra en esquemas profundos formados en la infancia y que influyen en el comportamiento adulto.
- Técnicas para el Manejo de Situaciones: Estas técnicas enseñan habilidades para afrontar situaciones problemáticas, como el estrés o el dolor.
- Entrenamiento en Autoinstrucciones de Meichenbaum y Goodman: Enseña a las personas a hablarse a sí mismas de manera constructiva antes y durante situaciones difíciles.
- Inoculación del Estrés de Meichenbaum: Consiste en entrenar a las personas para enfrentar el estrés mediante la práctica de estrategias de afrontamiento en situaciones controladas.
- Técnicas de Manejo de la Ansiedad de Suinn y Richardson: Utilizan técnicas como la relajación muscular progresiva y la respiración profunda para manejar la ansiedad.
- Técnicas de Solución de Problemas: Estas técnicas se centran en ayudar a las personas a desarrollar un enfoque sistemático para resolver problemas interpersonales o de la vida diaria
- Terapia de Solución de Problemas de D’Zurilla y Goldfried: Enseña un enfoque estructurado para identificar problemas, generar soluciones y evaluar la efectividad de las mismas.
- Terapia de Solución de Problemas Interpersonales de Spivack y Shure: Se enfoca en enseñar a los niños y adolescentes a resolver problemas sociales mediante la práctica y el análisis de situaciones sociales.
Tercera Generación: Terapias Contextuales y de Aceptación
A finales de los años 90 y principios de los 2000, surge una nueva ola de terapias, la tercera generación, que pone menos énfasis en cambiar los pensamientos y más en aceptarlos y modificar la relación que tenemos con ellos. Se centran en el contexto en el que ocurren los pensamientos y emociones, y en cómo reaccionamos ante ellos.
Técnicas y Terapias principales
- Mindfulness (Atención Plena): El Mindfulness es una técnica que se centra en el enfoque hacia el presente y en la aceptación de pensamientos y emociones sin intentar modificarlos. La importancia de la conducta verbal (el «decir-hacer») es crucial en este enfoque, ya que permite al individuo cambiar su relación con sus experiencias internas, sin luchar contra ellas.
- Validez hoy día: El mindfulness es una herramienta central en muchas terapias actuales, incluida la terapia para la depresión y la reducción del estrés, con amplias evidencias de su efectividad para mejorar el bienestar emocional.
- Ejemplo: Una persona con ansiedad generalizada se preocupa constantemente por el futuro. El terapeuta introduce la práctica de mindfulness, enseñándole a la persona a concentrarse en el momento presente y a observar sus pensamientos sin juzgarlos ni intentar cambiarlos. Así, cuando surge una preocupación, la persona puede centrarse en su respiración y reducir su nivel de ansiedad.
- Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): La ACT, desarrollada por Steven Hayes, forma parte de las terapias de tercera generación al adoptar un enfoque contextual. Se basa en la aceptación de pensamientos y emociones incómodos en lugar de intentar eliminarlos, mientras se compromete con acciones alineadas con los valores del individuo.
- Validez hoy día: ACT se utiliza para tratar una amplia variedad de problemas, como el dolor crónico, la depresión y los trastornos de ansiedad. Es especialmente eficaz en ayudar a las personas a vivir mejor con su malestar emocional o físico.
- Ejemplo: Una persona con dolor crónico lucha por aceptar su dolor, lo que incrementa su sufrimiento emocional. El terapeuta utiliza ACT para ayudar a la persona a aceptar el dolor sin intentar cambiarlo, mientras se enfoca en lo que es verdaderamente importante en su vida, como pasar tiempo con su familia. Aunque el dolor sigue ahí, la persona aprende a vivir una vida valiosa a pesar de él.
- Terapia Dialéctico- Conductual (DBT): La DBT, desarrollada por Marsha Linehan, combina la aceptación con el cambio, enseñando a los individuos a regular emociones intensas. Se centra en problemas complejos como los trastornos de personalidad, donde las emociones desreguladas son frecuentes.
- Validez hoy día: La DBT es ampliamente reconocida como una de las terapias más efectivas para tratar trastornos emocionales graves, como el TLP, y se utiliza en clínicas de todo el mundo.
- Ejemplo: Una persona con trastorno límite de la personalidad (TLP) tiene dificultades para manejar sus emociones y tiende a reaccionar de manera extrema. La DBT enseña habilidades como la regulación emocional y la tolerancia al malestar, permitiendo a la persona manejar emociones intensas sin recurrir a comportamientos autodestructivos, como la autolesión.
Otras terapias de tercera generación son:
- Terapia de Activación Conductual (BA)
- Terapia Focalizada en la Compasión (CFT)
- Terapia Analítico-Funcional (FAP)
- Terapia Basada en la Mentalización (MBT)
- Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT)
Terapia Humanista

La Terapia Humanista es una modalidad de intervención psicológica que pone a la persona en el centro del proceso terapéutico, enfatizando la importancia de la experiencia subjetiva, la libertad personal, y el crecimiento potencial.
Surgió en la década de 1950 como una «tercera fuerza» en psicología, en respuesta al psicoanálisis y al conductismo, y aboga por una visión positiva del ser humano, centrada en su capacidad para el auto-desarrollo y la autorrealización. Se enfoca en el presente y en el potencial inherente de cada persona para superar dificultades y alcanzar una vida plena y auténtica.
¿En qué consiste la Terapia Humanista?
La Terapia Humanista se estructura en torno a tres principios clave:
- Autenticidad y Responsabilidad Personal: La terapia promueve la autenticidad, alentando a los individuos a ser fieles a sí mismos y a asumir la responsabilidad de sus decisiones y acciones. Se busca que la persona reconozca su propio poder y capacidad para moldear su vida de acuerdo con sus valores y deseos más profundos.
- Centrado en la Persona: Este enfoque, desarrollado por Carl Rogers, se basa en la creencia de que el individuo tiene la capacidad innata de crecer y desarrollarse. El papel del terapeuta es proporcionar un ambiente seguro y empático que facilite este proceso, apoyando al cliente en su camino hacia la autorrealización.
- Experiencia Subjetiva: La terapia humanista pone un énfasis significativo en la vivencia subjetiva del individuo. Se enfoca en cómo la persona experimenta el mundo en el aquí y el ahora, y en cómo su interpretación de esta realidad influye en su comportamiento y emociones.
Principales Terapias y Técnicas Humanistas
Terapia Centrada en el Cliente de Carl Rogers: También conocida como Terapia No Directiva, es una de las formas más reconocidas de la terapia humanista. Rogers creía que la relación terapéutica era el elemento más importante en el cambio personal. El terapeuta crea un ambiente de aceptación incondicional, empatía y congruencia, permitiendo que el cliente explore sus pensamientos y emociones sin temor a ser juzgado. El objetivo es que el cliente descubra su propio camino hacia el bienestar y el crecimiento.
- Validez actual: Esta terapia sigue siendo ampliamente utilizada, especialmente en casos donde los problemas de autoestima, la identidad personal y la autoaceptación están en juego.
- Ejemplo: Una persona que lucha con sentimientos de baja autoestima encuentra un espacio seguro en la terapia donde puede explorar sus emociones y creencias sin juicio. A través de la empatía del terapeuta, el individuo empieza a reconocerse y aceptarse, desarrollando una autoestima más sana.
Puedes ver un ejemplo real de la Terapia Centrada en el Cliente de Carl Rogers en este vídeo.
Autorrealización y Jerarquía de las Necesidades de Abraham Maslow: Maslow es uno de los principales representantes de la psicología humanista. Desarrolló la Teoría de la Jerarquía de las Necesidades, que describe una pirámide de necesidades humanas que deben satisfacerse para que una persona pueda alcanzar la autorrealización, el nivel más alto de desarrollo personal.
Logoterapia de Víctor Frankl: Es otra rama importante dentro de la psicología humanista, enfocada en la búsqueda del sentido como motivación principal en la vida de las personas. Frankl, basado en su experiencia como sobreviviente del Holocausto, creía que incluso en las situaciones más extremas, los seres humanos tienen la capacidad de encontrar un significado que les permita sobrellevar el sufrimiento.
Terapia Gestalt

La Terapia Gestalt es una modalidad de intervención psicológica que se centra en el aquí y ahora, promoviendo la toma de conciencia plena de las experiencias actuales del individuo.
Desarrollada por Fritz Perls en la década de 1940, la Terapia Gestalt se basa en la premisa de que las personas tienen la capacidad innata de autorregularse y resolver sus propios problemas cuando alcanzan una mayor conciencia de sí mismas y de su entorno. Su enfoque experiencial busca integrar los aspectos emocionales, cognitivos y corporales de la persona para lograr un equilibrio y bienestar integral.
¿En qué consiste la Terapia Gestalt?
La Terapia Gestalt se estructura en torno a varios principios fundamentales:
- Enfoque en el Presente: La Gestalt pone un gran énfasis en la conciencia del «aquí y ahora». La premisa es que, al centrarse en el presente, la persona puede acceder mejor a sus emociones, pensamientos y conductas, lo que facilita la comprensión y resolución de conflictos internos no resueltos.
- Autoregulación y Responsabilidad: En la Terapia Gestalt, se asume que cada individuo tiene la capacidad para autorregularse y manejar sus dificultades. La terapia promueve la responsabilidad personal, alentando a los individuos a asumir el control sobre sus acciones y decisiones.
- Integración de las Experiencias: La Terapia Gestalt busca la integración de todos los aspectos de la experiencia humana, incluyendo lo emocional, lo corporal y lo cognitivo. Este enfoque integrador permite que la persona tome conciencia de las partes fragmentadas de su ser y las unifique en una experiencia más coherente y completa.
Principales Técnicas y Procedimientos de la Terapia Gestalt
La Técnica de la Silla Vacía: Una de las técnicas más conocidas de la Terapia Gestalt es la técnica de la silla vacía, que se utiliza para facilitar el diálogo interno entre diferentes partes de la persona o para permitirle expresar sentimientos hacia otra persona (real o imaginaria) de manera segura. El cliente se sienta frente a una silla vacía y se le pide que se imagine que la persona con la que quiere dialogar está sentada en ella. Luego, el cliente habla con esta persona y, si es necesario, intercambia de lugar para representar ambos lados del diálogo.
- Validez actual: Esta técnica sigue siendo utilizada en el tratamiento de conflictos internos y relaciones no resueltas, ayudando a las personas a exteriorizar y procesar emociones reprimidas.
- Ejemplo: Un cliente que tiene sentimientos no resueltos hacia un miembro de su familia fallecido puede utilizar la técnica de la silla vacía para expresar sus emociones no manifestadas y lograr una sensación de cierre y paz emocional.
La Atención Plena al Cuerpo: La Terapia Gestalt también se enfoca en la conciencia corporal. Los terapeutas suelen pedir a los clientes que presten atención a las sensaciones físicas que experimentan durante la sesión, ya que estas pueden reflejar emociones reprimidas o no procesadas. Se fomenta el reconocimiento de tensiones, dolores o movimientos corporales como indicadores de conflictos internos no resueltos.
- Validez actual: La conciencia corporal es eficaz para ayudar a los individuos a reconectar con sus emociones y resolver problemas psicológicos que se manifiestan a través de síntomas físicos.
- Ejemplo: Un cliente que experimenta una tensión crónica en los hombros durante situaciones de estrés puede ser guiado por el terapeuta para explorar esa tensión física, lo que podría llevar a la identificación de emociones subyacentes, como el miedo o la ira.
El Ciclo de la Experiencia: La Terapia Gestalt trabaja a través de lo que se conoce como el ciclo de la experiencia, que incluye varias etapas por las que pasa una persona al interactuar con su entorno. Estas etapas son: sensación, percepción, movilización, acción, contacto y retirada. La interrupción de este ciclo puede llevar a bloqueos emocionales y psicológicos, por lo que la terapia ayuda al individuo a completar el ciclo de manera saludable.
- Validez actual: El ciclo de la experiencia sigue siendo una herramienta útil para ayudar a los individuos a comprender y procesar sus emociones y reacciones de manera más efectiva.
- Ejemplo: Un cliente que se siente incapaz de completar proyectos importantes en su vida puede explorar, con la ayuda del terapeuta, en qué etapa del ciclo de la experiencia se está interrumpiendo su proceso, lo que le permite abordar los bloqueos y avanzar hacia la resolución.
Terapia Familiar y Sistémica

La Terapia Familiar que suele estar asociada con la Terapia Sistémica, es un enfoque terapéutico que se centra en las interacciones y dinámicas dentro de los sistemas relacionales, particularmente la familia.
Este enfoque se basa en la idea de que los problemas individuales no pueden ser entendidos de forma aislada, sino que deben ser considerados dentro del contexto de los sistemas más amplios de los que forma parte la persona. Estos sistemas incluyen la familia, las relaciones laborales, las amistades y cualquier otro grupo en el que la persona participe. La Terapia Sistémica surgió en los años 50 y 60, inspirada por la Teoría General de Sistemas de Ludwig von Bertalanffy, y ha sido fundamental en la evolución de la psicoterapia al introducir una visión más holística e interrelacional del bienestar humano.

¿En qué consiste la Terapia Familiar y Sistémica?
La Terapia Familiar y Sistémica se estructura en torno a varios principios clave:
- Interconexión y Relacionalidad: En lugar de centrarse únicamente en el individuo, este enfoque considera a la persona dentro de su sistema relacional, especialmente su familia. Los terapeutas sistémicos observan cómo las interacciones, roles y patrones de comunicación dentro de estos sistemas afectan la conducta y el bienestar de sus miembros.
- Circularidad: La Terapia Sistémica entiende los problemas como circulares, no lineales. Esto significa que los síntomas de un miembro de la familia no son simplemente causados por un evento específico, sino que son el resultado de una serie de interacciones en el sistema familiar. Los terapeutas ayudan a los miembros a ver cómo sus comportamientos y reacciones se retroalimentan mutuamente en ciclos de influencia.
- Cambio de la Dinámica Relacional: El objetivo de la terapia no es solo tratar al individuo que presenta síntomas, sino también cambiar los patrones de interacción dentro del sistema familiar o relacional que perpetúan los problemas. La terapia busca crear un cambio en las dinámicas familiares, que a su vez generen un cambio positivo en todos los miembros del sistema.
Principales Técnicas y Procedimientos de la Terapia Familiar y Sistémica
Reencuadre: El reencuadre es una técnica central en la Terapia Sistémica que consiste en cambiar la forma en que un problema o comportamiento es percibido por la familia. Al cambiar la interpretación de un comportamiento problemático, el terapeuta puede ayudar a la familia a entenderlo de manera menos conflictiva y más constructiva.
- Validez actual: Esta técnica sigue siendo ampliamente utilizada para cambiar las percepciones de los miembros de la familia sobre el comportamiento de otros, lo que puede reducir la culpa, la frustración y los malentendidos.
- Ejemplo: Un niño que se comporta de manera desobediente puede ser visto no como un «mal niño», sino como alguien que busca atención o apoyo emocional. Al reencuadrar la conducta, la familia puede responder de manera más empática y efectiva.
Genograma: El genograma es una herramienta gráfica utilizada en la Terapia Sistémica para mapear las relaciones familiares a lo largo de varias generaciones. Permite visualizar patrones de comportamiento, relaciones y eventos significativos que han influido en el funcionamiento actual de la familia.
- Validez actual: El genograma sigue siendo una herramienta valiosa para identificar patrones intergeneracionales de comportamiento, como tendencias hacia la adicción, la violencia o la depresión, y cómo estos patrones afectan a las generaciones actuales.
- Ejemplo: Al mapear un genograma, una familia puede descubrir un patrón de distanciamiento emocional entre padres e hijos que se ha repetido a lo largo de varias generaciones. Esta conciencia permite a los miembros actuales de la familia trabajar activamente para cambiar estos patrones.
Escultura Familiar: La escultura familiar es una técnica experiencial en la que los miembros de la familia son invitados a representar físicamente sus relaciones y posiciones dentro del sistema familiar. Esta técnica permite visualizar las dinámicas relacionales y las tensiones dentro del sistema, facilitando una mayor comprensión y conciencia.
- Validez actual: Esta técnica sigue siendo útil para familias que tienen dificultades para expresar verbalmente sus sentimientos o dinámicas familiares. A través de la escultura, los miembros de la familia pueden ver de manera tangible las relaciones y las tensiones entre ellos.
- Ejemplo: Una madre y un padre pueden ser posicionados en los extremos opuestos de la sala, mientras que los niños están en el medio, lo que refleja una dinámica de distanciamiento emocional entre los padres y una sobredependencia emocional de los hijos. Esta representación visual puede llevar a conversaciones sobre cómo cambiar esas dinámicas.
Psicoanálisis

La Terapia Psicoanalítica o Piscoanálisis es una modalidad de intervención psicológica desarrollada por Sigmund Freud a principios del siglo XX. Se centra en el análisis de los conflictos inconscientes que subyacen a los comportamientos, pensamientos y emociones del individuo.
Este enfoque parte de la premisa de que muchos de los problemas emocionales tienen su origen en deseos reprimidos, traumas infantiles no resueltos y procesos inconscientes. A lo largo de los años, la terapia psicoanalítica ha evolucionado, incorporando nuevas teorías y técnicas, pero sigue manteniendo su objetivo principal: hacer consciente lo inconsciente para facilitar la resolución de conflictos internos y el crecimiento personal.
¿En qué consiste la Terapia Psicoanalítica?
La Terapia Psicoanalítica se basa en varios principios fundamentales:
- Inconsciente y Procesos Reprimidos: El Psicoanálisis se centra en descubrir los contenidos del inconsciente, que Freud describía como la parte de la mente donde se almacenan deseos, recuerdos y emociones reprimidos que influyen en el comportamiento sin que la persona sea consciente de ello.
- Transferencia y Contratransferencia: Un aspecto clave es el fenómeno de la transferencia, donde el paciente proyecta sentimientos y emociones inconscientes hacia el terapeuta, que pueden estar vinculados a figuras significativas del pasado. La contratransferencia es la respuesta emocional del terapeuta hacia el paciente, que también es analizada como parte del proceso terapéutico.
- Interpretación de Sueños y Actos Fallidos: Freud sostenía que los sueños son «la vía regia hacia el inconsciente». Los sueños y los actos fallidos (como los deslices verbales) son analizados en terapia como manifestaciones del inconsciente, proporcionando pistas sobre los deseos y conflictos reprimidos.
- Relación Terapéutica y Regresión: La relación terapéutica en la terapia psicoanalítica es crucial, ya que permite al paciente revivir y resolver conflictos pasados a través de la regresión. Este proceso facilita el acceso a las emociones y recuerdos reprimidos que luego son trabajados en la terapia.
Principales Técnicas y Procedimientos de la Terapia Psicoanalítica
Asociación Libre: La asociación libre es una de las técnicas más características de la terapia psicoanalítica. Se invita al paciente a decir todo lo que le venga a la mente sin censura, ya que, al hacerlo, pueden emerger pensamientos, recuerdos y emociones reprimidas del inconsciente.
Análisis de la Transferencia: La transferencia se refiere a cómo los sentimientos, expectativas y experiencias del paciente con figuras del pasado (como los padres) son proyectados hacia el terapeuta. El análisis de la transferencia es crucial en la terapia psicoanalítica, ya que permite al paciente revivir y trabajar esos sentimientos dentro de la relación terapéutica.
Interpretación de Sueños: Freud creía que los sueños son una manifestación del inconsciente, donde los deseos reprimidos y los conflictos internos se expresan de forma simbólica. La interpretación de sueños en la terapia psicoanalítica permite desentrañar los significados ocultos detrás de las imágenes oníricas.
Relación Terapéutica y Regresión: La relación terapéutica en la terapia psicoanalítica es crucial, ya que permite al paciente revivir y resolver conflictos pasados a través de la regresión. Este proceso facilita el acceso a las emociones y recuerdos reprimidos que luego son trabajados en la terapia.
Terapia Constructivista

La Terapia Constructivista es un enfoque terapéutico basado en la idea de que las personas construyen activamente su realidad a través de sus experiencias, percepciones y significados.
Este enfoque parte del principio de que no existe una realidad objetiva única, sino múltiples realidades construidas por cada individuo a partir de sus interacciones con el mundo. La Terapia Constructivista ayuda a las personas a reexaminar y reconstruir sus interpretaciones y significados personales para promover el cambio y el bienestar psicológico. Este enfoque terapéutico se nutre de varias influencias, como la psicología cognitiva, la fenomenología y las teorías del desarrollo cognitivo.
¿En qué consiste la Terapia Constructivista?
La Terapia Constructivista se basa en varios principios fundamentales:
- Proceso de Reestructuración Cognitiva y Narrativa: A través de la terapia, los pacientes son alentados a revisar las «narrativas» o historias que han construido sobre sí mismos y el mundo, y a reestructurar estas narrativas de una manera que les permita afrontar mejor los desafíos de la vida y avanzar hacia el bienestar emocional.
- Construcción de Significado: La terapia constructivista sostiene que las personas no descubren la realidad de manera objetiva, sino que la construyen a partir de sus experiencias y percepciones. El papel del terapeuta es ayudar al paciente a explorar, cuestionar y reconstruir los significados que ha atribuido a sus experiencias.
- Relativismo Epistemológico: Este enfoque parte del relativismo epistemológico, lo que significa que no hay una única verdad o realidad objetiva, sino múltiples maneras de interpretar y entender el mundo. Las creencias, valores y perspectivas individuales son productos de las experiencias únicas de cada persona.
Evolución de la Terapia Constructivista
Primera Fase: George Kelly y la Teoría de los Constructos Personales: El origen de la Terapia Constructivista se encuentra en la obra de George Kelly, quien introdujo la Teoría de los Constructos Personales en la década de 1950. Kelly postuló que las personas actúan como «científicos», construyendo hipótesis sobre el mundo que luego ponen a prueba a través de sus experiencias. La terapia se centra en ayudar a los pacientes a revisar y modificar sus constructos personales para mejorar su capacidad de adaptación.
Segunda Fase: Terapia Narrativa: A partir de la década de 1980, la Terapia Narrativa, desarrollada por Michael White y David Epston, se convirtió en una parte importante del enfoque constructivista. Este enfoque se centra en cómo las personas crean y organizan su identidad y sus experiencias a través de las historias que cuentan sobre sí mismas. La terapia se enfoca en ayudar a las personas a reescribir esas historias de manera más positiva y coherente.
Tercera Fase: Enfoques Integradores y Constructivismo Social: En las últimas décadas, la Terapia Constructivista ha seguido evolucionando hacia enfoques más integradores, incorporando ideas del constructivismo social. Este enfoque resalta el papel de la interacción social y cultural en la construcción de la realidad personal, y cómo las normas y valores sociales influyen en la manera en que las personas interpretan sus experiencias.
¿Cuál es la mejor terapia para mi?
La elección de la terapia más adecuada depende de varios factores, incluyendo el tipo de problemas que enfrentas, tus preferencias personales y tu situación particular. Es importante consultar con un profesional de la salud mental que pueda guiarte hacia la mejor opción basada en tus necesidades específicas. Recuerda, lo más importante es que te sientas cómodo y seguro con el proceso terapéutico para que puedas beneficiarte plenamente de él.
Elegir la terapia adecuada depende de varios factores, incluyendo el tipo de problema que la persona está enfrentando, su personalidad, y las preferencias en cuanto al estilo terapéutico. La orientación debe tener en cuenta lo siguiente:
- Identificar el Problema Central: Lo primero es identificar claramente el tipo de problema o problema(s) que la persona está enfrentando (por ejemplo, ansiedad, depresión, problemas familiares, etc.).
- Preferencias del Cliente: Considerar si la persona prefiere un enfoque estructurado y directivo (como la TCC) o uno más exploratorio y abierto (como la Terapia Humanista o Psicoanalítica).
- Historial y Contexto Personal: Evaluar si la persona ha tenido experiencias previas con terapias, cuál fue su eficacia, y si tiene algún contexto relevante (como traumas pasados o problemas relacionales complejos).
- Estilo de Relación Terapéutica: La preferencia en cuanto al tipo de relación con el terapeuta es crucial. Algunas personas se sienten más cómodas con un terapeuta directivo, mientras que otras prefieren uno que actúe más como un facilitador o compañero de viaje en su proceso.
A continuación te presentamos una tabla que indica las terapias más recomendadas para diferentes tipos de problemas y por qué podrían ser útiles en esos casos, es solo a nivel orientativo, pero creemos que podría ayudar.
| Problema | Terapia Recomendada | Justificación |
|---|---|---|
| Estrés | Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), Mindfulness, Terapia Humanista | La TCC ayuda a manejar los pensamientos estresantes y desarrollar habilidades de afrontamiento. Mindfulness es eficaz para reducir el estrés al centrarse en el presente. La Terapia Humanista facilita la exploración personal para encontrar paz y equilibrio. |
| Ansiedad | Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), Mindfulness | La TCC trabaja con pensamientos automáticos y patrones de evitación. ACT y Mindfulness son útiles para aceptar la ansiedad sin luchar contra ella, promoviendo la aceptación de las emociones difíciles. |
| Depresión | Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT), Psicoanálisis | La TCC es efectiva para cambiar los pensamientos negativos. La MBCT combina la TCC y el mindfulness para prevenir recaídas. El Psicoanálisis aborda la depresión desde una perspectiva de conflictos inconscientes. |
| Problemas de Familia | Terapia Sistémica, Terapia Familiar, Terapia Cognitivo-Conductual | La Terapia Sistémica y Familiar abordan las dinámicas relacionales que perpetúan los problemas. La TCC puede ayudar a cambiar patrones de comportamiento dentro de la familia. |
| Problemas de Pareja | Terapia de Pareja, Terapia Sistémica, Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) | La Terapia Sistémica observa cómo las relaciones afectan al sistema. La TCC puede ayudar a cambiar patrones de interacción negativos. |
| Problemas Existenciales | Logoterapia, Terapia Humanista, Psicoanálisis, Terapia Gestalt | La Logoterapia ayuda a encontrar sentido en la vida, especialmente en situaciones de crisis existencial. La Terapia Humanista y Gestalt facilitan la autoexploración y el crecimiento personal, mientras que el Psicoanálisis profundiza en los conflictos subyacentes. |
| Adicciones | Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), Terapia Sistémica | La TCC aborda los patrones de comportamiento adictivo. ACT es efectiva para trabajar con la aceptación del malestar y comprometerse con cambios. La Terapia Sistémica trabaja con las dinámicas familiares que pueden perpetuar las adicciones. |
| Fobias | Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), Desensibilización Sistemática, Terapia de Exposición | La TCC y la Desensibilización Sistemática son los enfoques más eficaces para tratar fobias mediante la exposición gradual a los estímulos temidos y la reestructuración cognitiva. |
| Trastornos de Personalidad | Terapia Dialéctica Conductual (DBT), Psicoanálisis, Terapia Sistémica | La DBT es altamente efectiva para el Trastorno Límite de la Personalidad, mientras que el Psicoanálisis ayuda a entender los conflictos profundos. La Terapia Sistémica es útil en casos donde las relaciones familiares son un factor clave. |
| Traumas | EMDR, Psicoanálisis, Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) enfocada en el trauma | El EMDR es muy efectivo para procesar traumas de manera rápida y eficiente. La TCC para el trauma proporciona herramientas concretas para lidiar con los síntomas. El Psicoanálisis aborda el trauma desde una perspectiva histórica y emocional profunda. |